Gracilarias de Panamá, a lo largo de su historia, ha trabajado principalmente con algas rojas, de los géneros Gracilaria, Eucheuma y Kappaphycus.
En Panamá se ha constatado la presencia de varias especies de Gracilarias sp. y Eucheuma. Ambas algas provienen de la división de algas rojas denominadas Rhodophyta. La variedad Eucheuma fue distinguida como género y nombrada por J. Agardh (1847). La especie Kappaphycus procede de la Eucheuma.
El cultivo con la especie Kappaphycus alvarezii acompañado de Kappaphycus striatum y Eucheuma denticulatum se reporta por primera vez en 1990 (Glenn & Doty, 1990). Desde esta fecha las publicaciones sobre el cultivo de esta especie han venido reemplazando las del género Eucheuma (Batista, 2009)
Las algas marinas utilizan la luz solar para desarrollar la fotosíntesis y convertirla en diversos tipos de energías. Además obtienen del agua de mar los nutrientes necesarios para su desarrollo y la generación de otros tipos de energía diferentes a los que se originan en la fotosíntesis. Estos cultivos no requieren de fertilizantes químicos ni orgánicos. Los parámetros ambientales como temperatura del agua de mar, tanto superficial como de profundidad, la salinidad, el pH, la dirección y velocidad de las corrientes marinas, son los factores determinantes en el establecimiento de los cultivos, dado que están directamente relacionados con el crecimiento y la calidad de la carragena que se obtiene (Trespoey, A et al, 2007). Estas circunstancias imprimirán las propiedades de la carragenina para que sea valiosa para la industria. En definitiva, para planear cualquier cultivo de algas marinas se debe invertir en escoger aquellas ubicaciones adecuadas para asegurar el éxito en la producción de coloides (Batista de Vega, 2009).
El cultivo de algas marinas, es de gran interés por su producción de ficocoloides, los cuales tienen gran variedad de uso industrial (alimentos, medicinas, cosméticos, y nuevas energías). Los ficocoloides son las soluciones tipo geles extraídos de las algas marinas, conocidos como agar-agar, carragenina y alginatos. Los mismos son componentes de la pared celular de las algas y les sirven de protección y soporte.
De Eucheuma y Kappaphycus se extrae la carragenina, principalmente mientras que de Gracilaria se extrae el agar-agar.
Las macro algas marinas que cultiva Gracilarias de Panamá en Colón, contienen los tres principales tipos de carrageninas: kappa, iota y lambda. Estas son la materia prima esencial para la fabricación de muchos productos de uso masivo de interés comercial debido a las diversas aplicaciones en la industria alimenticia, la medicina y su aporte a las nuevas fuentes de energía. En este sentido, más allá del uso de la carragenina en la industria de alimentos por sus propiedades gelificantes y retenedoras de humedad, su gran futuro está en el campo biomédico. La carragenina ha demostrado importantes propiedades como anticoagulante, anticolesterolémica y como barrera de algunos virus. Además de ser ricas en ácidos grasos omega-3, cuya importancia para la salud es ampliamente conocida. También en fitoesteroles (fucoesteroles), que tienen la propiedad de disminuir el colesterol total en sangre y como las lipoproteínas de alta densidad (HLD) que pueden retirar el colesterol de las arterias.
Asimismo, la especie del género Gracilaria, es una de las algas rojas más importantes del comercio internacional por los componentes que de ella se extraen, siendo el más destacado el agar-agar. El agar, también conocido como agar-agar, es una gelatina vegetal de origen marino formado por polisacáridos sin ramificaciones obtenido de la pared celular de varias especies de algas, entre las cuales se encuentran los géneros Euchema y Gracilaria que cultiva Gracilarias de Panamá.
En la biomedicina el agar se utiliza para seleccionar bacterias Gram negativas. Los geles hechos de agarosa purificada son utilizadas para la separación de proteínas mayores a 200 kDa y fragmentos de ADN mayores a 100 pares de bases. También se utiliza, como estabilizador de algunos alimentos y en la fabricación de gelatinas.
Es importante destacar, que la industria compra la materia prima del alga en peso seco. Por esta razón, el interés de los cultivadores de algas es maximizar su crecimiento y consecuentemente la producción de la biomasa obtenida. Todo ello viene dado, a su vez, por la selección de las semillas (fragmento de talo sembrado) y las condiciones de los sitios donde se establecen los cultivos. Al final del ciclo, la industria es la que fija el precio de compra de esta materia prima. El precio dependerá de la calidad constante de la materia prima para la optimización, y la obtención de extractos con una pureza y cantidad de coloides predecible como por ejemplo el peso molecular, la fracción no kappa y el rendimiento del coloide en el caso de la carragenina. La materia prima con mejor calidad de ficocoloides tendrá un mejor precio de compra (Batista de Vega, 2009).