Los fertilizantes realizados a base de algas no son una novedad, aunque en los últimos años su uso se haya extendido enormemente, sobre todo entre los agricultores domésticos o quienes crían plantas decorativas y florales. Lo cierto es que, como cualquier otro alimento nutritivo o protección extra, debemos tener ciertas nociones básicas antes de aplicar estos fertilizantes a nuestras plantas.
Por eso hoy queremos explicarte las principales consideraciones a tener en cuenta al momento de aplicar un fertilizante a base de algas en tus plantas.
A grandes rasgos, tenemos dos formas principales para poder alimentar a nuestras plantas con los fertilizantes a base de algas: la aplicación en el sustrato o suelo del cultivo, o la aplicación foliar, es decir, directa sobre las hojas y tallos. Veamos cada una de ellas en detalle, y cuáles son sus implicancias.
El uso de fertilizantes a base de algas en los suelos y sustratos es el más habitual, ya que se realiza en forma de riego y no requiere más que contar con las proporciones adecuadas de este preparado y del agua que usemos.
Esta aplicación es por lo general la más indicada en aquellos fertilizantes a base de algas que se utilizan para abonar (dar alimento extra a las plantas) en épocas de crecimiento y floración.
Se busca que sus componentes sean ricos en macronutrientes (tales como potasio, fósforo y nitrógeno, que son los alimentos esenciales de los vegetales terrestres). Si además aportan micronutrientes y minerales, tenemos un combo extra de vigor para la salud de nuestros cultivos.
Previamente debemos conocer entonces qué clase de elementos aporta el fertilizante a base de algas que vayamos a usar. Esto hará variar la frecuencia de uso, pero el método de aplicación será el mismo.
La dilución en el agua habitual de riego es fundamental, de lo contrario podemos generar efectos contrarios a los buscados. Respetar esto ayudará a que las plantas se adecuen mejor a la absorción normal del agua que utilizamos a diario, ya que los fertilizantes a base de algas ayudarán a la asimilación del líquido elemento, y sus sustratos adquirirán condiciones más saludables (la acidez del suelo se neutralizará, y las raíces resistirán mejor a periodos de sequía o exceso de humedad).
Por lo tanto, con una aplicación cada quince días en el riego habitual ya lograremos una mejora visible en poco tiempo.
Por esta parte, el uso de fertilizantes foliares (es decir, en el follaje, las hojas y los tallos por encima del suelo) es menos habitual en la agricultura doméstica. Se vincula más a la erradicación o prevención de plagas, e implica algunos cuidados extra que aquí te detallamos.
No todas las plantas aceptan del mismo modo la humedad directa en sus hojas y flores, por lo cual deberemos considerar investigar este punto y conocer las necesidades de cada planta antes de aplicarles fertilizantes a base de algas de forma foliar. Generalmente estos no son nocivos por sí mismos, pero al mojar el follaje podemos estar importunando las funciones normales de algunas especies vegetales.
Como mencionamos, la aplicación foliar de fertilizantes a base de algas suele cumplir funciones más habituales de control de plagas. Para usar estos preparados necesitaremos también diluirlos en agua, y su aplicación puede ser mediante un atomizador o pulverizador, o simplemente con un algodón o gasa embebido en la mezcla. Por supuesto que este último método requiere de más tiempo y delicadeza.
La aplicación también podrá efectuarse cada quince días, pero insistimos en que se tengan en cuenta los periodos naturales de los ciclos de cada planta. En especial en cuanto a hojas, flores y tallos, debemos cuidar no dañar o empapar los brotes más jóvenes y los capullos de flores recién abiertos o por abrir.
Por último, te dejamos un breve consejo muy básico y general, pero que es de esencial importancia para la aplicación de cualquier fertilizante (a base de algas o no), así como también para el riego y el cuidado foliar.
Ten en cuenta esto: procura no regar o mojar los suelos, sustratos, hojas, tallos y flores a pleno sol. El momento ideal para todas estas actividades es al caer el sol. Es cuando mejor les sienta a las plantas.
Ahora ya conoces todos los elementos necesarios para poder aplicar tu fertilizante a base de algas en tus plantas en el momento adecuado y de la mejor forma posible. ¡Esperamos haberte sido de ayuda!
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