La existencia de vida en el planeta Tierra es un fenómeno que la humanidad ha tratado de entender y explicar desde tiempos inmemoriales. Con el paso de los siglos y el avance de los descubrimientos científicos, se han realizado descubrimientos increíbles que nos acercan cada vez más a la verdad y a la comprensión del delicado equilibrio biológico del ecosistema planetario.
Entre tantas cosas que hemos descubierto y aprendido está la importancia de los organismos microscópicos. En esta ocasión queremos contarte sobre las diatomeas, unas algas microscópicas que cumplen más de una tarea fundamental para la existencia de la vida en el planeta Tierra.
Microalgas para el funcionamiento del ecosistema global
Las diatomeas constituyen todo un grupo de algas microscópicas, cuya existencia se sospecha que comenzó a producirse en el periodo Jurásico, hace unos 200 millones de años. Se trata de organismos mayormente unicelulares, aunque existen especies de diatomeas que viven dentro de cadenas celulares.
Son a su vez uno de los tipos más comunes de fitoplancton, y se estima que existen unas 20.000 especies de de diatomeas que viven en las aguas del mundo.
Las microalgas diatomeas y la generación de oxígeno
Cuando pensamos en la producción de oxígeno para que el aire de nuestro planeta sea respirable de inmediato se nos vienen a la mente selvas, bosques e inmensos árboles. Sabemos que los árboles toman del aire buena parte del dióxido de carbono y lo devuelven a convertido en oxígeno… o al menos esa es la versión más simple de un complejo proceso bioquímico. Por este motivo es común que se diga que las grandes selvas y bosques son los “pulmones del planeta”, pero en realidad las diatomeas son los mayores seres vivos productores de oxígeno de nuestro mundo.
Se estima que entre un 60% y un 80 % del total del oxígeno consumido por los seres vivos que respiran aire es generado por el fitoplancton océanico, y otras diatomeas que viven en mares, ríos, lagos y otros cursos de agua.
Además las diatomeas cumplen una importante función de medición de condiciones medioambientales, ya que son muy sensibles a las variaciones climáticas y de las condiciones elementales de sus hábitats. Para los investigadores las diatomeas son indicadores muy fieles de cambios ambientales.
Algas microscópicas con muchas utilidades
Por último, queremos enumerar algunas otras utilidades en las que estas maravillosas algas microscópicas tienen aplicación e importancia para los seres humanos:
– Las tierras con abundancia de fósiles de diatomeas son muy buenas para la industria agrícola, y suelen usarse para fabricar industrialmente fertilizantes e repelentes de plagas.
– La medicina veterinaria también utiliza estos derivados de tierra de diatomeas para producir repelentes de pulgas y garrapatas, y curas para la sarna y otras enfermedades de la piel.
– Mediante delicados procesos químicos y físicos es posible extraer de las diatomeas materia prima para producir biocombustibles.
– Con procesos similares a los recién mencionados, se usan diatomeas en la fabricación de nitroglicerina para estabilizar explosivos.
– Según qué tipos de diatomeas encontremos en el agua, podemos determinar si es potable para el consumo. Existen sistemas de testeo portátiles para ello.
– El estudio paleontológico de las diatomeas es de enorme importancia para la geología histórica y para la biología evolutiva, siendo la base de muchos estudios al respecto.
– En medicina forense la presencia de diatomeas en el restos medulares permite determinar si un cadáver en avanzado estado de descomposición tuvo el ahogamiento como causa de muerte.
Por más increíble que pueda parecerte toda esta información acerca de las diatomeas, estas microscópicas algas son así de útiles y fundamentales para toda la vida en nuestro planeta. Les debemos al menos un agradecimiento, y hacer todo lo que podamos por cuidar la ecología global, ¿no crees?