La sabiduría popular y las herencias de tradiciones familiares suelen legarnos muchísimos remedios caseros y fórmulas de preparaciones que pueden aplicarse para distintas soluciones. Así como existen las recetas de la abuela en la cocina, para la salud y la belleza personal también hay recetas (y en ambos casos las algas marinas pueden tener un papel que cumplir).
Es por ello que en el día de hoy queremos compartir contigo una receta simple y tradicional para elaborar un crema hidratante a base de algas que podrás aplicar en la piel de tu cuerpo y rostro, para obtener resultados efectivos de forma natural.
Una sencilla y efectiva crema hidratante a base de algas
Las algas marinas son utilizadas en muchas áreas productivas, siendo quizás las más reconocidas la gastronomía y la cosmética. No solo son valoradas por sus propiedades nutricionales en ambas industrias, sino que también se las utiliza por sus componentes celulares muy peculiares, que son los que le dan a la mayoría de las algas la contextura gelatinosa que tanto las caracteriza.
De la mano de esa consistencia gelatinosa está la capacidad de conservar y potenciar la humectación de la piel humana, por lo que las algas marinas son un ingrediente muy frecuente en la elaboración de cremas cutáneas de distintas clases. Esto mismo ocurre con esta receta tradicional que te compartiremos en esta oportunidad.
Importante: antes de pasar a la receta, recuerda que debes saber con claridad si tienes algún tipo de alergia o rechazo hacia los ingredientes que mencionaremos a continuación antes de preparar o aplicarte la crema hidratante a base de algas marinas. Si no lo sabes a ciencia cierta, te recomendamos consultar con tu médico, como corresponde que lo hagas cuando vayas a utilizar cualquier tipo de sustancia que nunca antes has probado. La salud es lo primero.
Ingredientes necesarios
Para poder elaborar esta nuestra crema hidratante a base de algas marinas para tu piel deberás contar con los siguientes ingredientes en estas proporciones:
– 1 cucharada de alga espirulina en polvo
– 1 cucharada de alga agar-agar en polvo
– ½ taza de aloe vera licuado
– 1 taza de agua destilada
– 3 cucharadas de aceite esencial aromatizado (de preferencia que no sea a base de cítricos sino de algún fruto seco como avellanas, nueces o almendras)
Pasos de la preparación
Para comenzar con la elaboración deberás poner en una olla pequeña la taza de agua destilada y llevarla a fuego muy bajo en tu cocina. Enseguida procede a espolvorear en el agua destilada la cucharada de alga espirulina en polvo y la de alga agar-agar en polvo, de forma que se puedan hidratar en el agua mientras esta se calienta. Es muy importante que tengas cuidado al espolvorear las algas para que no se formen grumos. Mantén la mezcla en el fuego de quince a veinte minutos, sin que llegue a romper el hervor.
A medida que las algas comiencen a hidratarse notarás que la consistencia del líquido se torna viscosa o gelatinosa, y el vapor que surge tiene un olor marítimo no muy agradable. Considera realizar esto en un ambiente bien ventilado, y no te preocupes, que para erradicar este aroma es que tenemos nuestro aceite esencial en la receta.
Una vez que la consistencia viscosa predomine por sobre la consistencia líquida de la mezcla apagarás el fuego y la dejarás reposar unos minutos hasta que tome una temperatura tibia, sin llegar a enfriarse del todo. En este punto deberás pasarla por un colador de malla bien fina, para eliminar el exceso de líquido y conservar solo la gelatina.
Coloca esta gelatina en un nuevo recipiente y añade el aloe vera licuado, mezclando bien hasta que quede homogéneo en consistencia y color. A esto le añadirás las tres cucharadas de aceite esencial aromatizado y volverás a mezclar. ¡Y ya está pronta tu crema hidratante casera a base de algas marinas!
La sabiduría de la naturaleza y las estupendas propiedades que contienen estos organismos acuáticos se ponen a la disposición de tu salud y tu belleza una vez más.