Nuestro planeta atraviesa actualmente una realidad ecológica que a veces resulta demasiado difícil de asimilar. El calentamiento global generado por el cambio climático a causa de las actividades humanas necesita de las acciones conjuntas de gobiernos, grandes empresas e industrias y de cada individuo para poder detener esta catástrofe.
En esa búsqueda por hacer su parte y repercutir positivamente en la sustentabilidad de nuestro planeta, distintos científicos e instituciones han desarrollado investigaciones en las que, valiéndose de las algas marinas, se encaminan a reducir el uso de plásticos derivados de petróleo. El impacto positivo a nivel global de estas iniciativas sería inmenso.
Veamos a continuación en mayor profundidad en qué consisten estos emprendimientos para sustituir al plástico utilizando las algas marinas.
Las algas marinas al rescate de la salud del planeta
Desde hace cientos de años son conocidas las propiedades que la mayoría de las algas marinas poseen en sus estructuras celulares, que permiten a diversas industrias humanas valerse de sus fibras y de elementos como el agar para dar consistencia a distintos productos. Son esas mismas propiedades las que científicos de distintas partes del mundo están aprovechando para producir e impulsar varias iniciativas con las que sustituir a los plásticos derivados del petróleo.
Proyecto de la Universidad de Tel Aviv
En la Universidad de Tel Aviv, Israel, un equipo de investigadores encabezados por el profesor doctor Alexander Golberg han logrado crear un bioplástico utilizando como base las microalgas Haloferax Mediterranei, que cuentan con la particularidad de alimentarse de otros microorganismos, incluyendo otras microalgas. Este bioplástico no solo es completamente biodegradable y no tóxico, sino que a su vez colabora con el desarrollo de nuevos organismos para su materia prima.
Skipping Rocks Lab
En el año 2018 un grupo de científicos franceses, españoles y británicos lograron crear un compuesto a base de algas marinas cuya consistencia y densidad pueden adaptarse para producir distintos tipos de envases, desde bolsas hasta recipientes sólidos, además de ser biodegradable y no tóxico. Estos científicos asociados fundaron la empresa Skipping Rocks Lab y bautizaron a este material con el nombre de “Ohoo!”.
Universidad de San Martín
Otro proyecto similar nació de la iniciativa de Jerónimo Batista, un joven estudiante de la carrera de Biotecnología en la Universidad de San Martín, Argentina. Sus investigaciones particulares comenzaron con la idea de lograr un material para sustituir a los vasos plásticos descartables que se utilizan habitualmente en todo el planeta; Batista pronto descubrió que en las algas marinas estaba la clave de lo que necesitaba.
Actualmente uno de los laboratorios de esta universidad se dedica a elaborar y perfeccionar este material, mientras que investigan formas de poder producirlo de forma más masiva, para sustituir el uso de plásticos con la mayor prontitud posible.
Beneficios del bioplástico frente a los derivados de petróleo
El impacto positivo que estos nuevos materiales de bioplástico elaborados a base a algas marinas tendrían sobre el ecosistema global si se implementaran a gran escala sería enorme.
Reducir la utilización de plásticos realizados en base a derivados de petróleo (muy especialmente las bolsas y pajillas, popotes o carrizos) repercute directamente en la conservación de la fauna marítima, y a su vez si se disminuye su producción se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, y en consecuencia también el calentamiento global.
Cada día surgen alrededor de todo el planeta nuevas iniciativas como las que aquí te hemos contado, destinadas a aprovechar las inagotables propiedades de las algas marinas, en este caso para mejorar la sustentabilidad de la vida en nuestro mundo y su biodiversidad única. Cuidemos este planeta, es nuestro hogar.