Cada año que pasa el consumo alimenticio de algas marinas en la población de seres humanos aumenta considerablemente. Esto ha llevado a que en muchas regiones del planeta en las que originalmente las algas no eran parte fundamental de su gastronomía se hayan implementado platos que las utilizan como ingredientes principales, e incluso que se incluyeran como parte novedosa en platos tradicionales que no las contemplaban.
Ambos casos se registran en la deliciosa gastronomía de los países a orillas del mar Mediterráneo, que han sabido implementar las algas marinas en su dieta habitual de una u otra forma. Hoy queremos contarte algunas particularidades de estas fusiones en la cocina.
La expansión de las algas comestibles en el Mediterráneo
Aunque tradicionalmente las civilizaciones del Mediterráneo han tenido siempre una estrecha vinculación y dependencia con lo marítimo, tanto en lo cultural como en lo alimentario, curiosamente las algas locales no han sido muy consumidas en esta región históricamente. Al menos no de forma demasiado destacable.
La más conocida y consumida históricamente es la comúnmente llamada lechuga de mar (ulva lactuca), que está presente en casi todos los mares y océanos del mundo. Como su nombre lo indica, es muy similar a una lechuga, de fácil crecimiento y recolección. En la gastronomía mediterránea se la ha utilizado tanto para ensaladas verdes como para buñuelos, rellenos y como condimento de tartares o platos a base de pescado y mariscos.
El verdadero boom de las algas comestibles en los países del mar Mediterráneo vino de la mano de la gastronomía asiática, que es la zona del mundo donde más se consumen algas marinas.
La explosión de las algas en la cocina mediterránea
Con la introducción en Europa de la gastronomía asiática (sobre todo las originarias de China y Japón) llegaron las que hoy en día son las algas más consumidas del mundo: las wakame, las nori y las kombu. Particularmente están presentes en distintos tipos de sushi, pero también en ensaladas, guisados, sopas y, por supuesto, platos a base de arroz.
De igual forma, las tres especies tienen usos muy extendidos como condimentos, al utilizarse disecadas y molidas, o incluso fermentadas o cocidas como parte de salsas. Estas últimas preparaciones son las que más tempranamente se abrieron paso en la fusión con la cocina mediterránea tradicional, en platos tales como las paellas, las ensaladas de mar o los risottos.
Las algas en los platos mediterráneos: un lugar conquistado
Fue así que, primero lentamente y cada vez más deprisa, la cocina asiática tradicional fue influenciando a la del mar Mediterráneo. Lo que inicialmente eran simples añadidos de algas como condimentos fueron ganando terreno en los propios platos típicos de la región.
Hoy en día es posible encontrar ensaladas mediterráneas de algas, que combinan estas especies típicas de Asia con las lechugas marinas locales, y donde predominan los condimentos clásicos de Italia y el sur de España: albahaca, vinagre, aceto balsámico y el infaltable aceite de oliva.
El punto máximo de la fusión de ambas gastronomías es tal vez el sushi al estilo mediterráneo, que sigue el método tradicional de preparación de estos deliciosos bocadillos orientales, pero con el uso predominante de ingredientes locales del mar afroeuropeo.
Y por supuesto que con el crecimiento de su consumo también comenzó la producción local de especies de algas no nativas, tanto para la alimentación humana como para la ganadería marítima (es decir, como alimento para criaderos de langostas, pulpos, langostinos, calamares y demás).
Hasta aquí nuestro reporte con toda la información esencial que debes conocer sobre el uso alimenticio de las algas marinas en la gastronomía del mar Mediterráneo. Esperamos que puedas disfrutarlas tú también.