Habitualmente te hablamos del maravilloso mundo de las algas marinas, sus distintas especies y sus interminables usos y aplicaciones. Y así como ya sabrás que lo más habitual es que las encontremos en la industria alimentaria y gastronómica, o en productos farmacológicos y medicinales, así como también en cosmética e higiene personal, esta vez queremos hablarte de una muy particular alga marina microscópica y uno de sus usos más curiosos y desconocidos.
Las algas marinas diatomeas son unas de las más fascinantes de todas, y entre sus múltiples capacidades y aplicaciones hay una que trasciende las barreras del asombro: el uso en medicina forense. ¿Quieres saber más al respecto? Sigue leyendo y descúbrelo…
Las diatomeas: algas marinas microscópicas pero de gigantesco valor
Se conoce con el nombre de diatomeas (Diatomea, Diatomeae y Bacillariophyceae) al conjunto de algas marinas microscópicas unicelulares que conforman uno de los tipos más comunes de fitoplancton, y que además son las más numerosas de nuestro planeta: actaulmente se conocen aproximadamente unas 20.000 especies de diatomeas.
La importancia de las diatomeas en los ecosistemas de los que forman parte es absolutamente fundamental, ya que son los más grandes productores primarios dentro de las cadenas alimenticias marítimas. De hecho, también son imprescindibles para la vida sobre la superficie terrestre, ya que son las responsables de producir el mayor volumen de oxígeno que se vuelca a la atmósfera planetaria, y sin el cual no existiría la vida en este milagroso planeta.
Pero además de ser la base alimenticia de la interminable y complejísima pirámide trófica de las aguas y proporcionar el principal aporte de oxígeno al aire de la Tierra las diatomeas tienen otras funciones y usos muy destacados. Se utilizan en la fabricación de estupendos fertilizantes para cultivos agrícolas, así como en la elaboración de insecticidas y plaguicidas. Son también muy buenas fuentes de energía, de gran importancia para procesar biocombustibles y aceites varios, y otros tipos de hidrocarburos específicos.
Pero sin dudas la más llamativa de sus aplicaciones es la de poder “interrogar” a las diatomeas para conocer detalles del pasado, tanto en el estudio de ecosistemas marítimos y terrestres como en la medicina forense, ayudando a determinar causas y tiempos de muertes. Te contamos más a este respecto a continuación.
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Las diatomeas al servicio de CSI
Aunque este subtítulo pueda parecerte un poco exagerado, no tiene nada de inadecuado. Todos conocemos alguna de las series televisivas de CSI, en donde un grupo de científicos criminalistas utiliza todos los recursos a su alcance para determinar las condiciones en las que las víctimas de los crímenes fueron asesinadas y así resolver los más complejos casos. Pues bien, las diatomeas también han sabido ser protagonistas en estas series de ficción, y en incontables casos similares ocurridos en el mundo real. Pero… ¿cómo pueden hacerlo?
Así como los científicos que estudian los ecosistemas marinos pueden observar cambios en las comunidades de diatomeas y determinar cuáles fueron las variaciones medioambientales que los causaron, o estudiar los restos fósiles de estas minúsculas algas marinas para conocer las condiciones ecológicas de la prehistoria de nuestro planeta, los científicos criminalistas y médicos forenses pueden guiarse por las diatomeas presentes en cadáveres para descubrir datos sobre la defunción de estas personas.
De este modo, si los médicos forenses (haciendo trabajo de botánicos forenses, en este caso) encuentran presencia de diatomeas en un cuerpo, pueden determinar si la causa de muerte se produjo por ahogamiento por inmersión o si la víctima fue arrojada al agua después de muerta. En el primer caso, las diatomeas habrán ingresado con el agua a los pulmones, y de allí al torrente sanguíneo, encontrándose en sitios clave durante la autopsia, como lo son el hígado y la médula ósea. En el segundo caso podrán encontrarse en sitios del cuerpo a los que accedieron pasivamente por la acción del agua, como pueden serlo el estómago o lo propios pulmones.
Así también, con estudios complementarios, puede determinarse cuánto tiempo llevan esas diatomeas alojadas en el cuerpo muerto, e incluso pueden estudiarse muestras de diatomeas tomadas en distintos lugares para buscar coincidencias y determinar así el sitio de muerte, según las similitudes entre las algas encontradas durante la autopsia y durante el estudio de la escena del crimen. Es realmente fascinante.
De esta manera cerramos el capítulo de hoy acerca de las algas marinas diatomeas y su curioso uso en la medicina forense, uno de los avances científicos menos conocidos en relación con nuestros queridos organismos acuáticos. ¡Esperamos que hayas aprendido algo nuevo e interesante!