Las algas marinas se perfilan como las baterías del futuro

Las investigaciones respecto a las propiedades de las algas marinas no se detienen, y alrededor del mundo la comunidad científica sigue descubriendo nuevas potencialidades para su uso en distintos sectores productivos.

Tal es el caso de un reciente descubrimiento logrado por investigadores de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, que han encontrado en las algas marinas una gran promesa para más y mejor energías renovables para las baterías de los automóviles eléctricos. Te contamos más al respecto en el siguiente informe.

Autos eléctricos impulsados por baterías de algas marinas

Como bien sabemos, la contaminación ambiental tiene buena parte de sus causas en el uso de los combustibles fósiles (derivados del petróleo), que mayormente se utilizan en los medios de transporte. La sustitución de tales combustibles por fuentes de energía limpias y renovables como la electricidad puede causar un impacto muy positivo en la salud de nuestro planeta, y es por ello que numerosos científicos de todo el mundo trabajan cada día para mejorar las fuentes de energía limpia que existen.

En este caso, investigadores de la Universidad de Bristol en el Reino Unido han dado con un posible sustituto para las baterías de litio que se utilizan primariamente en los vehículos eléctricos actualmente. El litio tiene muchas ventajas funcionales, pero es cada vez más escaso, y su extracción y desecho generan mucha contaminación ambiental asociada.

Ante este panorama es que surge una posible respuesta natural en las algas marinas: el uso del sodio-metal, de alta densidad energética y bajo costo de producción, con casi nulo impacto contaminante. Concretamente, este material tiene varios orígenes minerales y vegetales, pero cuando es tomado de las algas marinas presenta características mucho más versátiles para su uso como separador de baterías (regulador de cargas en los acumuladores de energía).

Las algas marinas como sustituto del litio en baterías

Según explica Jing Wang, primer autor de esta investigación del Insituto de Compuestos de la Universidad de Bristol, “el objetivo de un separador es separar las partes funcionales de una batería y permitir el libre transporte de la carga. Hemos demostrado que los materiales a base de algas marinas pueden hacer que el separador sea muy resistente y evitar que sea perforado por estructuras metálicas hechas de sodio. También permite una mayor capacidad de almacenamiento y eficiencia, lo que aumenta la vida útil de las baterías”.

 

Sin dudas que esto da cuentas de la versatilidad que las algas marinas tienen para distintos usos de la industria, así como se ha demostrado que tienen un gran potencial como sustitutos de los plásticos y otros materiales utilizados en la fabricación de componentes mecánicos.

A su vez, el profesor Steve Eichorn, líder del proyecto de investigación de la Universidad de Bristol, señaló que gracias a esta investigación se está demostrando que “son posibles formas más ecológicas de almacenamiento de energía, sin ser destructivas para el medio ambiente en su producción”.

De esta manera nos acercamos cada vez más a la creación de una batería de generación y acumulación de energía eléctrica que no solo sea limpia y sustentable en su utilización, sino también en su fabricación desde la producción de cada uno de sus componentes.

Cada nuevo día nos sorprende algún descubrimiento o invento desde la comunidad científica que implica el uso de algas marinas para mejorar la vida de los seres humanos y la calidad de nuestro planeta.